[...] Abre su boca repleta de atardeceres y los coloca uno a uno sobre la escafandra. Unos labios rojos quedan impresos sobre el cristal, un te quiero carmesí a modo de despedida. "Fóllame", decía, mientras hacíamos el amor, "fóllame". Nunca más. Me arrastra hasta el fondo, suavemente, tirando con delicadeza de mi brazo mientras agita con levedad el agua, apenas un susurro en el silencio de esta noche sin amanecer. Su nadar es ligero, ajeno a la incomodidad de mi traje de buzo [...]
domingo, 28 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El barbas de la canción se va a comer el micro.
ResponderEliminarEl amigo Robbie, que tiene hambre de música. Gusto leerte por aquí.
ResponderEliminarCuando digo estapas me refiero a cursos.FELIZ VERANO!No trabajes demasiado. Besos
ResponderEliminar