Finalmente han sido cinco kilos los recuperados desde octubre. Balance del año: cero mas menos cero. Ha sido el turrón. Benditos Xixonenses!!!. En Bagdad probablemente no duraría ni un telediario con semejante faja alrededor de mi antaño tableta de chocolate. La culpa de esta recaída la ha tenido la temporada que he pasado con Claudio y su familia. Y es que la Roma Imperial es un lugar demasiado depravado para la abstinencia necesaria en estos casos, casi tanto como la Roma berlusconiana aunque ya quisiera este aprendiz de Augusto no parecerse tanto a Calígula.
Ante esta situación no me queda otra que formular ante todos vosotros este solemne juramento: Yo, Juan Ignacio, hijo de Luis y Virtudes, nieto de Luis, Lola, Juan y Gloria, juro solemnemente retomar la dieta del tri...tri...tri...quini tan pronto como mi Me...Me...Me...salina deje de comprarme turroncito y el ibérico acabe sus días en hueso para caldo de cocido. Para ello contaré en las primeras semanas del año con la inestimable ayuda de Caín y del ángel más tonto del mundo, expertos dietistas de todos conocidos. Amén.
Mientras, para ir abriendo boca, os dejo con esta particular huelga de hambre. ¡Ave Cesar, dietiturim te salutam!
The Office. Quinta temporada.
Hace 5 días
jajaja..te estaremos vigilando..
ResponderEliminarSaludos!
¡Maldita sea! Y yo que creía que esto no lo leía nadie :-)
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