Los vientos son hijos del Sol. Fluyen. Sin él no serían más que caóticas sopas de moléculas sin vida. Atraparlos, tejerlos y liberarlos, esa es nuestra misión.
En este valle las lluvias vienen con el frío, lentas, escasas, cansinas, como si no quisieran preñar de vida las raíces, aunque en ocasiones, cuando el calor no es tanto y los días se acortan, el cielo se rompe en aguas como en un diluvio y los barrancos y cauces secos de adelfas compiten en fragor con la tormenta.
Brisas marinas
"Nuestra especie puede crear una bomba atómica y la puede soltar sobre una población civil, inerme y vulnerable, pero también puede producir un ejemplo de grandeza espiritual como el señor Kawamoto, alguien que después de sobrevivir a una tragedia de esa magnitud es capaz de sonreír, hablar sobre el amor y el perdón, y, ante todo, seguir viviendo".
La doctora solo puede decir: guauuuuuuuuuuuuuuu!!!
ResponderEliminarPrima, la subida fue estupenda pero en la bajada estuve a punto de perder la dignidad y el título de doctor :-)
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