Y escribió el internauta en la entrevista digital: "tanta chulería no afecta a su trabajo, señor Boyero?".
A lo que Carlos Boyero contestó: "tanta imbecilidad no afecta al suyo?".
Y en esas estaba, como yendo de la nada a ninguna parte, cuando me vuelvo a encontrar con el indomable Carlos Boyero que me tienta a ir al cine para disfrutar de The road - La carretera. Entre otras cosas porque, "Viggo Mortensen y el niño Kodi Smit-McPhee están enormes ... y el Oscar se degrada al haberlos desdeñado en sus candidaturas."
Habrá que hacerle caso al bueno de D. Carlos. Todo sea por degradar un poco más los Oscars, si cabe. Es más, tendré que leer también el libro de Cormac McCarthy en el que se inspira la película. ¡¡¡Cuanto por hacer!!!
Mientras se encuentra tiempo y pasta para la ocasión, amenicemos el tránsito con The Doors no vaya a ser que nos encontremos con un asesino al final de esa carretera y no sepamos que hacer. Por cierto, esta es la primera vez que abro la puerta de este blog a estos magníficos jinetes. ¡Maldita senectud!
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Bueno, bueno, bueno... The Doors, nada más y nada más. Estás entrando en el terreno de las Delicatessen. Sigue así, amigo mío. Vas a conseguir un o una "coupage" de gran equilibrio y sabor.
ResponderEliminarY lo mejor de todo es qe cada 6 meses saco un disco que regalo a los amigos (sin conocimiento de la SGAE, naturalmente).
ResponderEliminarHablar siempre del mejor o la mejor de algo es sin duda tener ganas de equivocarse... pero mira, hoy me siento valiente... o inconsciente, y eso mezclado con la alegría de encontrar en tu blog a Jim y sus chicos me anima a decirlo: la mejor canción de los Doors! Vivan las tormentas!
ResponderEliminarHola Juan Ignacio,
ResponderEliminarMe ha encantado encontrarme en tu rinconcito a The Doors :)
Besito
Qué gusto de prima!!! Qué bien hice de evitar que te golpearas la cabeza con las esquinas de la mesa cuando eras una retaca!!!
ResponderEliminarMariola, considera este rinconcito como tu casita :-)